Nostalgia de un tiempo atrás,
cuando tu vida era un mar
lleno de calma y de paz.
Tristeza en una canción,
versos con sangre y sudor,
lágrimas llenas de dolor.
Sé que no debiste abandonar tu convicción,
que no tuviste que venderte al diablo.
No, sé que no caíste al fondo del abismo.
No, bien sé que no perdiste lo que habías vivido.
Convierte el sufrimiento en ambición,
siempre a favor del viento,
aprovecha tu momento.
Ahora que todo está mal,
que fácil es rechazar
la decisión de cambiar.
Cobarde y triste quietud,
cargando siempre esta cruz,
abre los ojos, busca una luz.
Tiempos de fe, no dejes pasar el tren.
En la vieja estación del temor,
deja atrás el miedo, el rencor.